martes, 29 de enero de 2013

Aceite de onagra


Un jabón fuera de serie, todo para mí.


Bueno, alguno regalaré, hice apenas 600 gramos de jabón, los aceites calentitos, la sosa también bastante caliente, reposó apenas 15 minutos. Trazó y empezó a gelificar solito, lo enmoldé corriendo y lo abrigué bien para que siguiera.

Lleva aceite de oliva, coco, onagra, girasol y un poco de ácido esteárico. aún no lo he probado pero ya está listo.

La onagra se extrae de las semillas de una flor, también conocida con el nombre de prímula, originaria de Norteamérica e Inglaterra. Pertenece al orden de las mirtifloráceas, familia de las onagráceas, del genero Oenotherae, y son usados dos tipos: Oenothera biennis y Oenothera lamarkiana
La planta de la prímula y sus semillas han sido usadas por los indios americanos durante siglos. usaban la planta como infusión en agua caliente para curar heridas, problemas cutáneos y otras dolencias.

Es una planta modesta de hermosas flores, por lo que se usa también jardinería.

 
Su aceite , rico en ácido graso gamma-linolénico, ayuda a mantener la humedad y la elasticidad de la piel a la vez que ejerce un efecto antiinflamatorio.

Su riqueza en ácidos grasos poliinsaturados hace de este aceite un ingrediente habitual en numerosos productos cosméticos, útil tanto en el cuerpo como en el rostro. La verdad es que lo uso habitualmente en mis cremas. Aporta elasticidad a la piel, recomendado especialmente para pieles maduras o secas.

En pieles con acné el aceite de onagra ayuda a suavizar y mejorar su aspecto por su efecto antiinfalamatorio. Además, este aceite es capaz de reducir la acumulación de grasa en los poros, lo que tiene como consecuencia la aparición de este problema dérmico.

Pero el aceite de onagra guarda otro tesoro de salud, en este caso por vía interna, es habitual su venta en grageas para ingerir.

Equilibran la presión arterial alta, fortalecen las defensas al ser una importante fuente de omega 6, y sus propiedades antiinflamatorias lo hacen muy útil para paliar los síntomas del síndrome premenstrual.
 

martes, 22 de enero de 2013

Jabón de café

Hice un jabón sin oliva, con coco, palma rojo y  girasol. Quedó un color amarillo intenso, le añadí semillas de amapola, pero no me convencía el diseño. Así que es el trozo amarillo que se ve en el centro.

El resto es un jabón de coco y oliva, una parte con café sustituyendo al agua y la otra, la blanca, con agua destilada. Vertí una parte del jabón de café, puse la pieza de jabón sin oliva y rellené con el jabón blanco, vertí desde lo alto el resto del jabón de café y decoré con unos firulillos superficiales.

Me gusta mucho cómo ha quedado.


Otra forma sencilla de hacer un jabón de café es mediante un refundido, podemos aprovechar jabones de diversos colores, o colores que no nos gusten, jabones mal cortados..... Si hay un exceso de colorante, es mejor lavar primero con sal para eliminar el exceso de éste. Al refundir, no añadiremos agua, sino café, y podemos rematar añadiendo café molido para dar más aroma y un ligero efecto exfoliante a nuestro jabón.  


Y aquí mi jabón refundido con café ( originalmente eran recortes blancos diversos, incluyendo jabón de leche de cabra). Refundido semi, porque dejé trozos blancos a propósito, antes de verter en el molde puse una capa fina de café muy molido, y por arriba  lo mismo.
Me han salido seis pastillas y dos piedras con los recortes.
Lo pondré a secar bien escondido, no sea que alguien lo confunda con un brownie  y le dé un mordisco...



viernes, 18 de enero de 2013

Cómo transformar un plato en una jabonera

Un platito que me costó un euro. Es mono, pero el jabón húmedo se agarra a la base como un demonio. 
Mi antigua jabonera pasó a mejor vida, y lo simple tiene su encanto, pero había que buscar una solución.


Y encontré una barata y bien simple: corté un palillo de brocheta de madera en cuatro trozos y lo pegué en el fondo con barniz resistente al agua. 
Lo dejé secar y coloqué el jabón encima ¡ y funciona!










miércoles, 2 de enero de 2013

Dentro de las cajas de los mandalas

Van estos jabones con mandalas.  Los originales los pinté yo con acuarelas y rotuladores. Se puede usar el jabón, y el mandala no se despega ni se desgasta, solo se gasta el jabón por el otro lado, y el mandala nos dura hasta el final.

La impresión está realizada en un papel especial, y las fotos son de Reyes Sedano, fotógrafa profesional. Aquí podéis ver su web :  http://www.karteristas.com/

Espero que os guste tanto como a mí .